Tips para educar una persona independiente
- SONIA HERNÁNDEZ
- 14 ago 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 30 sept 2020
¿Por qué es importante educar en la independencia, en la autonomía?
Nos encontramos inmersos en una cultura donde a los niños no se les culpa de nada: déjalo que no ves que es un niño. Además, prevalece hacer responsable a los demás de los propios fracasos y el verse librado de las consecuencias de no cumplir las normas, es decir, la impunidad. Por lo que el niño podría aprender que no necesita ser responsable de sus propios actos. Y de adoptar esta forma de vida las futuras generaciones posiblemente no logren dar cumplimiento a sus expectativas, o tal vez peor, ni siquiera logren establecer por sí mismos sus metas. Pues cuando uno no se conoce a sí mismo, se dedica a lo que otros deciden por él. Al hacer esto, acabará culpándolos por no sentirse a gusto consigo mismo. La mayoría de los seres humanos realiza proyectos que le son impuestos por la sociedad, este sometimiento se realiza sin que se dé cuenta, en cuestiones como: qué estudiar, en qué trabajar, a quien amar, cómo amar, cómo educar a los hijos, qué hacer en su tiempo libre. La persona sin reflexionar se deja llevar por la presión social, la familia, el colegio, los amigos, los compañeros y los medios de comunicación. Existen pocas personas dispuestas a hacer elaborar por sí mismo, su proyecto de vida.
La realización de un proyecto de vida requiere ubicarse en autocontrol de la propia vida, ser independiente.
Los seres humanos evolucionamos a lo largo de toda nuestra vida, constantemente nos desprendemos de la zona de confort de la etapa que precede para volvernos más autónomos, independientes y maduros.
El nacer conlleva el esfuerzo del parto y la renuncia a la dependencia de la madre, quien proporcionaba alimento, calor, oxígeno. Se abandona el útero, un mundo conocido pero reducido para seguir creciendo. El bebé se desprende del pasado para asumir nuevos retos aceptando lo desconocido (vivir en el exterior, respirar por sí mismo, regular la propia temperatura y succionar para alimentarse.
Durante la infancia el niño asume constantes desprendimientos al crecer como: el parto, el destete, el paso del alimento líquido al sólido, el de ser alimentado a emplear los cubiertos; pasará de arrastrarse a gatear, de gatear a ponerse de pie, de andar a correr, saltar y trepar; de no controlar sus esfínteres a controlarlos, de ser bañado y vestido a bañarse y vestirse; de vivir en un entorno familiar a asistir diariamente a un centro escolar.
Al niño se le facilitará el desprendimiento si se le enseña a disfrutar de las ventajas de la nueva etapa, a valorar el aprecio que experimenta de sí mismo al haber asumido el esfuerzo de desprenderse, de afrontar lo desconocido y aprender algo nuevo.
El padre podría invitar a su hijo a independizarse, a adquirir su autonomía si él mismo tiene claro lo que implica y sus beneficios y obligaciones que representa.
Una persona es independiente cuando adquiere madurez, cuando consigue generar vínculos afectivos significativos; es capaz de superar la adversidad que la vida le pueda traer; no depende de otro para actuar o no quiere depender, esto no quiere decir que no necesite o no quiera a los demás. Además, toma sus decisiones conforme a sus principios, pues está segura de sí misma, se sabe valiosa y lo comunica de manera asertiva.
He mencionado que es importante enseñarle al niño a disfrutar sus logros de independencia, de autonomía y para ello, nosotros como adultos podemos revisar la satisfacción personal, el orgullo que experimentamos de poseer características de autonomía, de independencia, tales como:
· Cuidado de sí mismo, física y emocionalmente.
· Capacidad de improvisación.
· Disfrute de los pequeños detalles.
· Claridad en las metas personales.
· Humildad y sinceridad para pedir ayuda.
· Aceptación de los demás tal cual son.
· Se disfruta de tus momentos de soledad.
· Busca aprender cosas nuevas.
· Sabe decir que no.
· Confía en sí mismo.
· Se siente a gusto con su vida.
· Ve el lado positivo de la vida y de las personas.
· Se comunica asertivamente, se ciñe a la situación concreta sin generalizar.
· Realiza actividades del hogar.
· Se motiva a sí mismo.
· Defiende sus opiniones, sus deseos, vive congruentemente.
· Es organizado y disciplinado.
· Controla y manejas su dinero.
· Disfruta de su familia y de sus amigos.
· Soluciona sus problemas.
· Planea su vida, su día de acuerdo a tus necesidades.
Seguramente el poseer las características de una persona independiente te ha implicado esfuerzo, pero al mismo tiempo, te hace sentirte pleno, así pues, el que ayudes a tu hijo a afanarse es obsequiarle el sentirse orgulloso y seguro de sí mismo.
Un niño, no conquista por sí mismo la independencia, pues no posee la perspectiva, ni la experiencia para hacerlo. Tú como adulto puedes ofrecerle la independencia como un regalo y que seguramente apreciará toda su vida.
¿Qué puedes hacer para proporcionársela?
· Darle amor y respeto.
· Potencia su seguridad para explorar el mundo.
· Aprende a reconocer sus propios miedos para no transmitirlos a su hijo cuando explore el mundo.
· Confía en su capacidad.
· Hazle sentir que es él quien controla su vida, es decir, él es responsable de su éxito y fracaso.
· Ayúdale a aprender de su fracaso y evita reconfortarlo.
· Proporciónale ayuda para adquirir una habilidad en el mundo real.
· Identifica la situación que lo atemorice, ayúdale a afrontar su miedo y analícenlo.
· Dale libertad para tomar sus decisiones y ayudarle a visualizar opciones.
· Enséñale cuáles son sus responsabilidades (ayúdale a aceptarlas).
· Apóyale a comprometerse con sus esfuerzos por vincularse
· Asume tu papel de padre para ayudarle a aceptar su papel de hijo.
· Proporciónale orden, límites en su vida. Hasta que tenga capacidad de hacerlo por sí mismo.
· Ayúdale a generar expectativas (metas).
· Analiza con él cuáles podrían ser las consecuencias de su actuar.
· Permítele realizar tareas por sí mismo.
· Todo en su cuarto debe estar pensado para que sea autónomo.
· Mantente fiel a lo mejor que existe dentro de ti, y tú puedes ser la fuerza de la transformación de tu hijo.
Jorge Bucay: «Nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes.»
Referencias bibliográficas:
Taylor, J. (2004). Motiva y estimula a tus hijos: como educar a tu hijo para que tenga éxito y sea feliz. Madrid. EDAF.
Vallet, M. (2204). Educar a niños y niñas de 0 a 6 años. S.L. Wolters Kluwer.

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